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  • Foto del escritorDamián Martino

«Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos hemos recordado con ustedes que el tiempo de amar es ahora.  ¿Qué les impide accionar en el hoy? ¿Qué los paraliza cuando de amar se trata?  Es la mente y sus engaños que acusa y juzga diciendo que nadie merece ser amado, que no vale la pena o que saldrán lastimados en el largo caminar, pues vosotros mismos fueron programándose para rechazar al amor divino.  Por esta razón nosotros les decimos que la mente debe ser liberada y solo el corazón puede lograrlo.  Entonces demuestren que todo lo aprendido no fue en vano, no amen desde la mente, ella no puede amar, allí dentro no se encuentra el que Todo es, pero dentro de vuestro corazón se halla la chispa divina que une Los Cielos con la Tierra.  Solo él puede lograr el milagro de unirse a él mismo con la envoltura de la Tierra, pues cada ser que vive es un milagro de su pertenencia.

En el corazón está todo.  Tanto la magia para ser por completo como también los seres poderosos que se engendraron en El Principio del Todo y han laborado con los hombres desde las primeras eras.  Ustedes caminan con nosotros desde que La Creación ha sido manifestada, así que no hay misterios sobre Los Cielos, como tampoco hay misterios en los que procedemos de ellos y nos movemos a través de sus Portales.  Nosotros observamos y los bendecimos, porque decidieron venir en este tiempo para sostener a la Madre Tierra en su trance aceptando vuestra labor solo por amor.  Estamos agradecidos, el universo les agradece, la danza de las estrellas estará completa, pues ya está signado que la Tierra brillará como el Sol.

Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos no hay ninguna distancia.  Él ama en nosotros, a la vez, que se manifiesta por completo por medio de ustedes cuando aman y amamos con absoluta pasión.  Entréguense a aquello que los apasiona, aquello que llene sus corazones, para que así vean las maravillas que acontecen.  El Creador hizo cuanto existe con un amor inconmensurable y es él quien les pide que amen como él, porque son ustedes quienes están creando la nueva Tierra.  Conforme la fe sea más fuerte en ustedes, el amor crecerá, pues fe y amor provienen de La Fuente, de La Luz, donde ambas no pueden ser separadas.  Un amor sin fe es un amor sin felicidad que no sabe perdonar, mientras que la fe sin amor se convierte en fanatismo de la mente.   Nada de eso es para ustedes, por el contrario, están aquí y en este ahora para ser felices amando y para confiar en ustedes mismos.  Todo el universo confía en ustedes y en el amor que se sembró dentro de sus corazones.

Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos solo hay y habrá luz, por ello si ven algo que no es luz, sepan que no les corresponde, pues no vinieron para eso.  Aceptaron esta misión para ser luz y amor, de modo tal que les recordamos que en la dualidad siempre habrá luz y oscuridad, y son ustedes quienes deben salir de ella, porque será la Tierra la cual en breve saldrá de la dualidad.  Fuera de la dualidad, la luz y la oscuridad ya no existen, solo existe La Luz, ni lo bueno ni lo malo, ni lo agradable o lo desagradable.  Solo anida todo lo perfecto y hacia ello caminan con nosotros.

Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos solo hay felicidad, pacífica y eterna, llamado el gozo que ustedes conocen desde siempre y siempre lo han buscado, por eso cantan y danzan, crean con vuestras manos, crean descendencia, crean con las palabras y conforme a las ideas, con amor y pasión, porque todo ello les recuerda vuestro Origen: el corazón de Dios Padre.  Mas ya no requerirán recuerdos, porque los vivirán sintiendo el gozo en la medida que el vínculo divino se refuerce y sean conscientes de vuestra propia luz.

Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos el tiempo no existe.  No hay ayer ni mañana, siempre es ahora, pues siempre son amados, siempre son acompañados, siempre son escuchados, siempre perdonados, mientras que siempre son llamados por vuestros nombres.  El tiempo y la separación ya no tienen razón de ser, solo son creaciones que deben disolverse conforme la consciencia amorosa de los seres humanos se expanda.  El tiempo ya no existe, pues siempre es ahora, el eterno presente.

Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos, solo hay vida y la vida es sagrada, porque es manifestación divina.  Toda forma de vida es Dios con Nosotros, todo lo creado por él y todo lo creado por nosotros es Dios con Nosotros, porque él es en nosotros y nosotros somos en él.  Cuando el hombre decidió separarse de Dios en la inconsciencia, lo hizo porque olvidó de dónde provenía y creyó que la perfección le era ajena.  Ustedes son conscientes, recuerden, sean quienes deben de ser y así amen.  Solo deben amar permitiendo que Dios ame, con y en ustedes, pues no hay otra manera de brillar.  La mente les puede dar poder, pero es un poder que no trasciende, en cambio, el amor los hace trascender el aquí y el ahora, porque es el corazón de Dios quien está amando, entonces la mente brilla al ser unida al corazón de Dios, porque el pensamiento divino se apodera de ella.  Así es como el ser humano ama y piensa como Dios lo hace.  Desde el corazón de Dios al corazón de los seres humanos nosotros somos ustedes y ustedes son nosotros.  Somos uno, los amamos con devoción.»  Ángeles Solares.

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«Qué maravillosa es la autoconfianza en el ser, mas aquel que se presente ante mí con soberbia, será humillado frente al pueblo por sus propias acciones.  Preserven la lengua impía, esa que hiere sin conciencia cierta.  Preserven la lengua impía, esa que envenena vuestra alma y hace al mismo ermitaño parecer más acompañado de aquel que profirió el veneno.  Demuestren la sed de saber al Maestro, aquel que, con su infinita bondad y paciencia, desea ver vuestro progreso.  Prométanse a vosotros mismos y a él, el ascenso iluminado.  Permitan que vuestros horizontes sean mar- cados por el Padre de Los Cielos y no por el hombre terco y hostil.

Aprendan de vuestras virtudes y no de vuestra letargia.  Asuman el compromiso de crecer en la sabiduría de Dios Padre y no en la experiencia carnal.  Cuando el aprendizaje se haya logrado, ahí, pues, Dios Padre permitirá al hombre asumirse como tal.  Entonces, estará en condiciones de manifestar el equilibrio justo entre el espíritu y la mente.  Conozcan las propias potencialidades divinas a través de la oración, de la sincera oración nacida del espíritu creyente.  Venzan los obstáculos del egocentrismo que nublan la entrada de vuestra propia divinidad, porque vosotros son tan divinos como vuestro Padre, pero las emociones vanas no permiten su sentir.  Impartan la palabra de mi conocimiento a todo aquel que desee escucharla.  Impartan la palabra de mi conocimiento a todo aquel que no desee escucharla.  Entonces, ayudarán a cada uno a crecer en su propia iluminación y cuando me sientan en sus corazones, los bendeciré con mi amor infinito. 

Busquen la serenidad del espíritu cuando vuestras mentes se encuentren avasalladas por el símil o por aquellos sutiles que deseen confundir.  Ambos son, de igual modo, injustos y paganos.  Ante mi vista, sagrado es aquel que el cono- cimiento de su propio existir permite fluir entre todo ser viviente, pues La Creación otorgó a todos la facultad de conocer y sentir.  De conocerme y sentirme.  Cuántas palabras más he de decir si no escuchan más que vuestras propias verdades.  Batallan con vuestro propio género en vez de amar y aunar.  Aprenderán cuando el verdadero amor del Padre de Los Cielos, en comunión, esté en equilibrio con el vuestro.  No antes.  Por último, quien desee recibir mi iluminación, solo bastará la humildad y el real deseo de amar a cada una de las criaturas de mi Reino.  Si así no fuera, no los complaceré, no me sentirán, pero siempre estaré aguardando y custodiando vuestras almas, pues mi amor su-pera toda clase de obstáculos.»

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  • Foto del escritorDamián Martino

«Ángel, esto es para que escribas lo que con el alma y la sangre se ha sellado en Los Cielos y la Tierra.  Yo soy el testigo que La Luz del Padre ha penetrado como vencedor en los Abismos.  Ese día rompió las puertas de frío metal e hizo trizas los cerrojos del miedo.  Presta atención, pues no digo que ha abierto las puertas ni que las ha quitado, sino que las ha destruido para dar a entender que ya no habrá prisión, aseverando que ha aniquilado el lugar de los cautivos.  Una prisión que ya no posee puertas ni cerrojos no puede retener a los prisioneros.  Las puertas que él ha roto, ¿quién las podría restablecer?  Los cerrojos que él ha hecho trizas, ¿quién los podría restaurar?  Los poderosos de la Tierra otorgan libertad por medio de amnistía dejando intactas a las puertas y a los guardias de la prisión para demostrar a los que son liberados que pueden volver a entrar en ellas.  La Luz no actúa así.  Rompiendo las puertas nos dice que ya no existe la cautividad ni la muerte.  ¿Por qué las puertas? Porque ninguno de sus cautivos pudo escaparse de la muerte hasta el día en que el Guerrero descendió en el Abismo para arrancarlos del miedo a ella.  En la plenitud de la luz y, como La Luz, él vino y no abandonó la región de los muertos, sino que la unió a su espíritu y la hizo suya.  Y es así como por el Espíritu de Dios, por las manos y con la fe, hizo nacer al hombre nuevo.» Gabriel. 

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